• March 28, 2023

EL CONSEJO DE LA JUDICATURA BUSCA MEJORAR LOS INDICADORES DE GESTIÓN

 EL CONSEJO DE LA JUDICATURA BUSCA MEJORAR LOS INDICADORES DE GESTIÓN

EL CONSEJO DE LA JUDICATURA BUSCA MEJORAR LOS INDICADORES DE GESTIÓN»Si algo no podía hacer el actual equipo de la Dirección General del #CJ, era sentarse en el escritorio y limitarse únicamente a atender una montaña de trámites»

El Director general del Consejo de la Judicatura, Doctor Heytey Moreno Terán, pubica una carta editorial en sus redes sociales donde da pistas del trabajo que mantiene para buscar mejorar los indicadores de gestión.

Judicatura: Libertad, estrategia y utopía (II)

Próximo a cumplir un mes desde que asumí el despacho del Director General del Consejo de la Judicatura, quiero compartir ciertos datos sobre la Lucha por el Derecho en el sector justicia del país.

Confieso que no acepté el cargo de inmediato, lo medité e incluso lo consulté con la editora de opinión de un reconocido diario del país, quien sabiamente me dijo que “en la vida hay que ser coherentes”. Esa frase, entre otras, calaron profundamente en mí, ya que me invitaban a dejar la crítica desde el teclado y convertirme en un actor que practique lo que predica. Finalmente me lancé a la piscina de aguas turbulentas del sistema de justicia ecuatoriano, asumiendo que efectivamente existe un sistema

Lo único que supera la cantidad de problemas que podemos encontrar como legado de gestiones anteriores con vastos recursos gracias a la bonanza petrolera, son las personas susurrándome al oído diciendo que es una tormenta imposible de salir a flote, ya que hay quienes, tal cual tiburones, pretenden seguir viendo a la función judicial como la carnada perfecta que los debe alimentar a ellos y sus descendientes.

Ya que no aspiro a político, intento manejar una Dirección General de bajo perfil, no mediática ni al estilo de Talk Show por el que optan muchos. Lo respeto, pero no lo comparto. Prefiero que hablen los resultados. El servidor público debe ser una persona orientada principalmente por el deseo de atender las necesidades de la ciudadanía, poniendo a disposición de la nación sus capacidades, con el fin de contribuir al desarrollo de ésta y anteponiendo los máximos fines del Estado a cualquier propósito o interés particular. Me reto cada día por estar a la altura de este concepto.

Gracias al apoyo del Pleno del Consejo de la Judicatura que respalda la gestión que desarrollamos, estoy intentando hacer un trabajo técnico apoyado en un equipo multidisciplinario que, sin que sea una consultoría desarrollada como los manuales lo indican, me permita con unos pocos funcionarios identificar nudos críticos, diagramar los problemas y definir un plan de acción que genere productos y resultados que, en primer lugar, mejoren indicadores de gestión en las Direcciones Nacionales ubicadas en planta central del Consejo de la Judicatura en Quito; y, en una segunda fase, coadyuvar en la mejora de indicadores de gestión de todas las Direcciones Provinciales.

Hace tiempo aprendí que un gerente que no es capaz de presentar un diagnóstico propio en corto tiempo puede ser un buen profesional, pero no es un gerente. Asumí el despacho el martes 10 de agosto del presente año y el miércoles 11 solicité a las Direcciones Nacionales se complete un documento con la intención de levantar datos. El único asesor con el que entré es con un planificador. No tenía motivo alguno para desconfiar del equipo de planificación del Consejo de la Judicatura, pero sí tenía el derecho de preparar mi propio formato de informe y lograr una línea base propia que, lejos de desconocer el trabajo realizado en la institución, sirve para conocer de su propia fuente el estado situacional de cada dirección.

Por lo que, el informe solicitado es complementario al informe de seguimiento al plan estratégico de la Función Judicial que elabora la Dirección Nacional de Planificación, el cual se estructura en función a los objetivos institucionales aprobados y más no en los detalles específicos de gestión que tiene cada unidad. Ese fue el punto de partida. Luego, según cronograma, cada Dirección Nacional pasó por la Dirección General sustentando y defendiendo los datos que habían incorporado en su reporte. Fuimos tomando nota de temas relevantes y en algunos casos pidiendo alcances a los informes previamente presentados.

Si algo no podía hacer el actual equipo de la Dirección General, era sentarse en el escritorio y limitarse únicamente a atender una montaña de trámites. En estas tres semanas hemos procurado dividir el tiempo entre el despacho diario sin que nos desborde y el diagnóstico inicial que todo proyecto responsable debe contemplar; insumos que podrán encontrar futuras administraciones.

Agradezco los buenos deseos y las advertencias susurrántes sobre la “tormenta de la justicia”. A ellos les digo que la Dirección General del Consejo de la Judicatura no es una persona, sino un equipo que sabrá nadar en aguas turbulentas y que con total compromiso está caminando hacia la utopía que me referí en mi anterior artículo, por el proyecto integral.

Cuento con un equipo de gladiadores con terno o vestidos, tales como, Álvaro, David, Sofía, Pamela, Pedro, Katya, Fernanda, Manuel, Jacobo, Sara, Israel, Daniela y Eduardo, que sumados a los Directores Nacionales, queremos dejar huella mejorando indicadores de gestión. Hablaremos con resultados según las metas que a corto, mediano y largo plazo nos impongamos, ajustados a los ejes emblemáticos determinados por el Pleno del Consejo de la Judicatura.

Como hay que ser coherentes y practicar lo que se predica, y siendo enemigo de estigmatizar a las personas por haber colaborado con alguna administracion anterior, en libertad decidí reubicarlos y aprovechar su curva de aprendizaje, pero manteniéndolos en el equipo y hasta con funciones similares. Espero que lo valoren y empujen el proyecto actual. Nunca compartiré el criterio de quienes llegan y desvinculan al día siguiente a decenas de funcionarios por relacionarlos con alguna persona, olvidando que todos tenemos el derecho al trabajo y obligaciones en nuestro hogares. Medida distinta sería para quien no tenga claro para lo que es el servicio público. Cuestión aparte es el cargo jerárquico superior o puesto de confianza.

Todos, funcionarios y ciudadanos en general, debemos recordar que el medio de la Lucha por el Derecho de la que habla Rudolf Von Ihering, por muy variado que sea, se reduce siempre a la lucha contra la injusticia. Por ello, autores sostienen que la expresión del Derecho encierra una antítesis que nace de esta idea, y de la que además es completamente inseparable: la lucha y la paz; la paz es el término del Derecho, la lucha es el medio para alcanzarlo. Se dice también que la lucha durará tanto como dure el mundo. Siendo así, nos corresponde hacer una heroica resistencia contra toda injusticia. Y aunque siga sonando a utopía, mientras más participemos en la lucha, más oportunidades tenemos de progresar como sociedad.

Cualquiera que fuese el resultado de la batalla que asumimos, intentamos alcanzar la coherencia transmitiendo señales de que en libertad tomamos las decisiones que consideramos correctas; todo bajo una estrategia que buscamos cumplir al pie de la letra; y, haciendo de la utopía un horizonte que, si bien luce inalcanzable, nos sirve para avanzar y mejorar.

Por: Heytel Moreno Terán

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